La breve historia de un hombre que aprendió a levitar

Se trasladaba felizmente de un sitio a otro sin esfuerzo, flotando a un palmo del suelo. Dejó de hacerlo cuando se percató de que no dejaba huellas.


Infantes infames

“Estoy llena” dice la niña mirando su plato a medio comer.
La madre responde: “Oh, entonces no podrás comer helado de postre. Si no te cabe la pasta, tampoco te cabe el helado”
“El helado sí me cabe, porque se derrite cuando me lo como”