Horario de invierno
Lo empezó a hacer desde muy joven: cada vez que tocaba atrasar una hora el reloj, él discretamente restaba sesenta y un minutos. Y en el ajuste de primavera lo adelantaba solo cincuenta y nueve, como quien no quiere la cosa. Por eso pudo, después de mucho tiempo robándole dos minutos al año, seguir charlando como si nada con sus hijos y nietos durante un par de horas después de exhalar su último suspiro.
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6 comentarios:
Si surte efecto será cuestión de apurar un poco más en cada cambio y ganar, quién sabe, si unos días.
Saludillos
Me tocó la fibra. Buen truco, una pena que sea ficción.
Me tocó la fibra. Buen truco, una pena que sea ficción.
Pruébalo, Puck, y me cuentas :-)
Gracias por dejar tu huella por aquí.
Peque: Si el micro toca una fibra creo que ha cumplido su cometido ¿no?
Excelente.
Cuando no se quiere volar alto lo mejor es cargar el globo de equipaje.
Un abrazo.
Gracias, Amigo Conocimiento, por volver por aquí y dejar su huella. Ya se le extrañaba :-)
Un abrazo grande.
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