Del texto al audio

Hace pocos años escribí un relato de terror-ficción que, por su extensión, no publiqué en este sitio. Tampoco me preocupé demasiado en darlo a conocer; tan solo lo compartí con mis allegados y lo envié a un par de concursos, para luego dejarlo guardado en la gaveta. Ahí estuvo criando polvo hasta que descubrí a la maravillosa Agencia ROM y acordé con sus agentes que adaptaríamos el relato al formato audioserie. Hoy se publicó la primera de las dos partes que constituyen el relato; es un fichero mp3 con un audio de veinte minutos que puedes descargar o escuchar directamente aquí.

Y ya que estás, si visitas su página aprovecha y escucha cualquier otra de las muchas audioseries que han editado hasta ahora. Tienen de todo, series largas, cortas y de un solo episodio. Novela negra, ciencia ficción, histórica, humorística, etc. Es una experiencia estupenda y diferente a lo que estas nuevas tecnologías nos tienen acostumbrados.

Reseña: Agencia ROM

El qué:
Agencia ROM. Una productora podcasting de audioseries.
Tres chicos de Segovia que no se consideran frikis, sino “gente con una extensa cultura audiovisual” han decidido crear y contar historias en formato audio, descargables en forma de podcasts.

El quién:
Rubén (Rumamolas) es el guionista de las series principales, Oscar se encarga del diseño gráfico y de los pósters de las series (cada episodio tiene su póster particular) y Manu es el encargado de la grabación, edición y montaje. Los tres participan en la elaboración de los guiones e interpretan a muchos personajes de las audioseries. También cuentan con colaboraciones externas para las voces por parte de familiares, amigos, otros podcasters e incluso actores profesionales de doblaje.

El dónde:
www.agenciarom.es. También en Facebook, Twitter y Google+.

El cuándo:
La primera publicación data de julio de 2011. Desde entonces han publicado un nuevo episodio cada dos semanas, con temporadas de periodicidad semanal.

El por qué:
Lo más destacable es la ilusión que tienen los agentes y el cariño que le ponen a las audioseries. La calidad de sonido y edición es impecable, la música y los efectos son simplemente una pasada. Vamos, que te das cuenta de que se curran la producción y que, además, les encanta.
Otro punto importante es que les gusta experimentar: prueban diferentes técnicas de narración de una seria a otra y se nota como han aprendido y mejorado desde que empezaron.
La duración de los capítulos es perfecta, la mayoría alrededor de los 15 minutos.
Además, una vez al mes aproximadamente publican su ROMcast, un audio donde comentan los entretelones de la producción, explican de donde sacan la inspiración, adelantan lo que vendrá y plantean debates relacionados con las audioseries.
Hay un par de reseñas más acerca de Agencia ROM aquí y aquí.

El por qué (quizá) no:
Las interpretaciones. La mayoría de los actores son aficionados, y eso se nota. Le ponen corazón a lo que hacen, pero a veces hay diálogos o expresiones poco creíbles.
Por otro lado, en este mundo en que vivimos no es fácil disfrutar de una audioserie. Demasiado cine, TV, YouTube y demás formas narrativas visuales han atrofiado nuestro sentido de escuchar. Tienes que desentumecer el músculo de la imaginación para visualizar todos los detalles que ocurren en la audioserie. La buena noticia es que, a pesar de no ser inmediato, es fácil: aunque no disfrutes a tope el primer o segundo capítulo que escuches, seguro que al tercero ya habrás aprendido y podrás sumergirte en la historia igual que en un cine 3D. O incluso mejor, pues no creo que ningún artilugio tecnológico pueda jamás superar a la imaginación.

El cómo:
Yo recomiendo descargar las series a tu ordenador, reproductor mp3 o móvil para escucharlas cuando conduces, haces ejercicio o cualquier otra tarea que te permita poner atención al audio. Esto lo puedes hacer desde su página web, ivoox o iTunes. Echa un vistazo a los títulos y elige la audioserie que más te llame la atención de entre los muchos géneros que cubren: novela negra, ciencia ficción, humor, acción, drama. Además te diría que empezaras por alguna de las más recientes.

El veredicto:
Más que recomendable. Una manera diferente de vivir historias y de ejercitar la imaginación. Muy práctico porque puedes escuchar las audioseries mientras haces otras actividades. Mis favoritas: Muerte en la arena, No estoy solo, Argos y, por supuesto, Private Eye.

Obsesión

Estaba obsesionado con su peso. Cada mañana se subía a la balanza para comprobar que no hubiera aumentando algunos gramos. Al principio lo hacía desnudo, como es natural, para evitar que la ropa alterara los resultados. Después empezó a preocuparse por vaciar bien vejiga e intestinos antes de la medición. Cuando esto no fue suficiente, pasó a cepillarse minuciosamente los dientes y a fregarse el cuerpo con energía en la ducha para eliminar cualquier traza de impureza de su cuerpo. Y, por supuesto, a secarlo durante largo rato. Hace poco comenzó a cortarse las uñas y a rasurarse el cuerpo completo a diario. Ayer se cortó el pelo al rape. Hoy comenzó a cobrar sentido la idea de donar algún órgano para aligerarse.

Horario de invierno

Lo empezó a hacer desde muy joven: cada vez que tocaba atrasar una hora el reloj, él discretamente restaba sesenta y un minutos. Y en el ajuste de primavera lo adelantaba solo cincuenta y nueve, como quien no quiere la cosa. Por eso pudo, después de mucho tiempo robándole dos minutos al año, seguir charlando como si nada con sus hijos y nietos durante un par de horas después de exhalar su último suspiro.

Infantes infames 2 - Aprendiendo a hablar

“No quiero que no agarren mi peluche” suelta la niña de cinco años.
El padre corrige: “Se dice No quiero que agarren mi peluche, o No quiero que nadie agarre mi peluche”.
Morros de desaprobación.
El padre insiste: “Hijita, tengo que corregirte para que aprendas a hablar bien”
“Ya yo sé hablar bien, papá, no necesito que no me digas nada”.